El movimiento de la luna
La Luna es el único satélite natural de
la Tierra. La luna gira alrededor de su eje (rotación) en aproximadamente 29 días
(mes sidéreo) y se traslada alrededor de la Tierra (traslación) en el mismo
intervalo de tiempo, de ahí que siempre nos muestra la misma cara. Además,
nuestro satélite completa una revolución relativa al Sol en aproximadamente 29
días (mes sinódico), período en el cual comienzan a repetirse las fases
lunares.
Los instantes de salida, tránsito y
puesta del Sol y de la Luna están relacionados con las fases. La Luna se
traslada alrededor de la Tierra en sentido directo, en dirección Este. Como el
Sol se mueve 1° por día hacia el Este. La Luna atrasa diariamente su salida
respecto a la del Sol unos 50 minutos.
Rotación y
traslación de la Luna
La Luna gira alrededor de la Tierra
aproximadamente una vez al mes. Si la Tierra no girara en un día completo,
sería muy fácil detectar el movimiento de la Luna en su órbita. Este movimiento
hace que la Luna avance alrededor de 12 grados en el cielo cada día.
Si la Tierra no rotara, lo que veríamos
sería la Luna cruzando la bóveda celeste durante dos semanas, y luego se iría y
tardaría dos semanas ausente, durante las cuales la Luna sería visible en el
lado opuesto de la Tierra.
Sin embargo, la Tierra completa un giro
cada día, mientras que la Luna se mueve en su órbita también hacia el este.
Así, cada día le toma a la Tierra alrededor de 50 minutos más para estar de
frente con la Luna nuevamente (lo cual significa que nosotros podemos ver la
Luna en el Cielo.) El giro de la Tierra y el movimiento orbital de la Luna se
combinan, de tal suerte que la salida de la Luna se retrasa del orden de 50
minutos cada día.
Libración lunar
Para notar el movimiento de la Luna en su órbita, hay que tener en
cuenta su ubicación en el momento de la puesta de Sol durante algunos días. Su
movimiento orbital la llevará a un punto más hacia el este en el cielo en el
crepúsculo cada día.
El movimiento propio de la Luna se traduce en un desplazamiento de oeste a
este, pero su movimiento aparente se produce de este a oeste, consecuencia del
movimiento de rotación de la Tierra.
La máxima superficie de la Luna visible desde la Tierra no es
exactamente el 50% si no llega hasta el 59%, por un efecto conocido como
libración. La excentricidad de la órbita lunar hace que la velocidad orbital no
sea constante y que, por tanto, puedan resultar visibles en el curso de un mes
partes normalmente escondidas en los bordes este y oeste.